domingo, 30 de mayo de 2010

Pastelera

Hice alfajores

Fue un desastre... hace como 2 años o más que no hacía... así que hice la mezcla al peo según lo que recordaba y de primera impresión se veía muy bien la masa... pero al final me quedaron demasiado grandes las galletas. Sé que crecen en el horno, pero no les tuve fe, así que le puse mucha masa a cada galleta, y las corté muy grandes aparte... así que me quedé con 12 alfajores gigantes en vez de unos 20 normales.

Aparte, se me olvidó el papel mantequilla y los dos primeros los dejé en un plato mientras se enfriaba la cobertura de chocolate... y cuando quise despegar uno del plato... explotó... porque le había puesto mucho manjar... qué sé yo.

Los otros 11 quedaron bien. Pero muy grandes... y empalagosos... ricos igual... pa'l invierno.
Ahora me parece que hacer un kuchen de manzana no es tanto trabajo comparado con todo el escándalo que tuve que hacer rellenando las galletas con manjar y derritiendo el chocolate. Dejé toda la cocina con manchas de chocolate... tengo que ir a limpiar.


Y hablando de algo na que ver... tengo el honor de que Grageas sea seguidor de mi blog!! Me siento tan importante! Ahora me creo la muerte. ^_^

Entrometida!

¡¡Qué desagradable!!

Cada vez que viene el pololo de mi hermana a quedarse a la casa me dan ganas de encerrarme en mi pieza y de que todo el mundo se olvide de que existo para que no me hagan salir. Es que el wn es como una vieja culiá pero en hombre.

Y él siempre tiene la amable costumbre de saludarme con un grito "HOLA, AURORA!!" cuando pasa por afuera de mi puerta cerrada. Bueno, supongo que él no tiene la culpa de no darse cuenta de que la hostilidad es justamente por su presencia.

Hoy día él aliñó la ensalada que se iba a comer mi hermana, porque ella le pone demasiada sal, y para controlar la cantidad de sal que ella come, él mismo la echó en el plato para asegurarse. Le puso como un cuarto de la sal que nosotras usamos normalmente. Claro, como ella lo quiere mucho no le dice nada, se guarda el mal rato, solo le mencionó que era el plato más desabrido de su vida cuando se lo terminó.
Frente a su respuesta, él le responde "cómo no iba a tener sabor, si le puse harta sal!!! esa cantidad que yo le puse es harto, uno no debe comer más que eso. Sí tenía sabor!!" (claro, como si él la hubiera probado).

Como yo no lo quiero tanto, no tengo ningún problema en mandarlo a la mierda:
"Déjala comer tranquila, es su ensalada, no la tuya!!! Si a ti no te gusta la sal, en tu plato no pongas sal. Ella ya es adulta, puede elegir qué comer y qué no!!"

No me dijo nada...

Igual yo entiendo que es su forma de quererla, de cuidarla, me imagino. Solo me parece un poco patológica su necesidad de control.

Soy una mala persona... tal vez por eso estoy sola... ¡jajajjaja! No me aguantarían.

Al menos sirvió para que a mi hermana se le quitara la cara de desagrado y volviera a su estado normal. Si me peleo yo con él, tal vez evito que ellos peleen, así que en verdad les hice un favor.

Sí, Aurora... sigue convenciéndote de que está bien meterse en las conversaciones ajenas.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Tengo como ganas de llorar, pero no puedo. Como que me pican los ojos pero no salen lágrimas.

Estoy en terapia de Reiki... que ya todas mis últimas divagaciones me estaban indicando que algo andaba mal, así que me la jugué y fui. Es una sensación muy cómoda... en la segunda sesión me quedé dormida.
Lo incómodo es que me avisaron que me iban a dar ganas de llorar espontáneamente. La semana pasada lloré tanto que después no aguantaba el dolor de cabeza.
Esta semana, me pican los ojos... y nada más. Será un avance, me imagino...

¿no?

miércoles, 19 de mayo de 2010

Infusión para reanimar

Hace un par de meses atrás, probé el té chai en la casa de mi amiga.
Es un té muy aromático, porque tiene varias especias, y se puede preparar en casa.
Yo no tengo los ingredientes, pero comencé experimentando una combinación sencilla para lograr un efecto similar.

Los ingredientes utilizados: Té de hoja (negro), miel, leche descremada, canela, esencia de vainilla, azúcar.

En una olla calenté la leche con la esencia de vainilla y una cucharadita de miel mientras preparaba el té de hoja con canela en una tetera, y luego simplemente junté todo en una tetera de un litro. (no quedó llena, solo en 3/4... el espacio extra me permitió arreglar la mezcla)

Observaciones:
La cucharadita de miel no es suficiente para endulzar un litro de té, pero no le agregué más miel, porque es tan aromática que hubiera sido demasiado fuerte el sabor, así que le agregué dos cucharaditas de azúcar y quedó perfecto.
La canela no se distinguía para nada, así que herví en una olla con muy poca agua 4 palitos de canela extra, y sumé los palitos y el conchito de agua a la mezcla inicial.
El té debe quedar cargado, porque la leche y los aromas lo suavizan bastante. Tuve que preparar un poco de té extra para intensificar el sabor.

Y voilá... perfecto!!!
Quedó muy rico... ^_^


Lo recomiendo para cuando se sienta usted cansada(o) y quiera relajarse leyendo un buen libro.

sábado, 15 de mayo de 2010

...
Preferir quedarme en cama en vez de ir a la fiesta más esperada del año
Hacerme una olla de fideos con huevo solo porque me aburrí de la carne
Comer manjar a cucharadas
...


Algo está pasando...